Se juega en un tablero cuadriculado con 64 casillas alternadamente claras y oscuras. Cada jugador tiene un conjunto de 16 piezas que incluyen peones, torres, caballos, alfiles, una reina y un rey. El objetivo del juego es utilizar estas piezas para atacar al rey del oponente mientras se protege el propio.
Además de ser un juego competitivo, se valora como una actividad intelectual que promueve habilidades cognitivas como la memoria, la resolución de problemas, la creatividad y la toma de decisiones. Se practica tanto a nivel amateur como profesional en todo el mundo, y es conocido por su capacidad para desafiar y estimular la mente de jugadores de todas las edades y habilidades.
Además de ser un juego competitivo, se valora como una actividad intelectual que promueve habilidades cognitivas como la memoria, la resolución de problemas, la creatividad y la toma de decisiones. Se practica tanto a nivel amateur como profesional en todo el mundo, y es conocido por su capacidad para desafiar y estimular la mente de jugadores de todas las edades y habilidades.